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Cómo elaborar el plan social media más adecuado para tu empresa

Nacho Vizan
29 de septiembre de 2016


A la hora de elaborar un plan social media puede que se desborde la paciencia si se intenta abarcar todo. Puede que incluso, se piense que un plan estándar, elaborado para ajustarse a cualquier negocio, es la solución más rápida. Conviene no desesperarse, no implementar cualquier plan como si la urgencia se premiara con el éxito. Lo sensato, lo coherente y, sobre todo, lo que da resultado es analizar la empresa y aplicar,  el mejor plan social media para tu negocio.


El Punto de partida: la necesidad del plan


Puede parecer una tontería, pero no lo es. Tener conciencia de que un negocio necesita una estrategia para su presencia en los medios sociales es el mejor punto de partida para que la planificación social media funcione. Pero no solo es la necesidad de estar en los medios sino la necesidad de que esa presencia sea ordenada en función de una estrategia que persigue unos objetivos.


La condición indispensable: un buen producto


No es menos importante entender que los planes social media no son conjuros mágicos que convierten en oro todo lo que tocan. Si el producto no es bueno, el plan no hará milagros, es más hasta podría ser contraproducente dar demasiada visibilidad a un mal producto o negocio. Una estrategia de social media no mejora un mal producto o servicio.

De lo expuesto anteriormente se desprende que lo mejor para empezar es conocerse bien y llegar al convencimiento de que es el momento para desarrollar una estrategia porque el producto o servicio está preparado. Estos son los primeros pasos necesarios para diseñar el mejor plan para un negocio (Como fijar objetivos SMART).


¿Cómo estamos?, ¿cómo están los demás?


Antes de meternos de lleno en lo que se denomina el plan de social media, conviene realizar un análisis sobre el producto, el sector y la competencia. Este paso previo es, en sí, ya una parte importante del mejor plan social media para tu negocio. Saber dónde está el negocio, cómo está el sector, y cuál es la situación de la competencia, ayuda a establecer los objetivos y diseñar la estrategia.


¿Dónde queremos llegar?


No se trata de poner puertas al crecimiento, pero sí establecer objetivos. Objetivos que se pueden medir o no (Descarga AQUI la plantilla para fijar objetivos SMART).

Los cuantificables:

  • Hacer crecer la comunidad de usuarios, fijando en números la audiencia que se desea alcanzar en las diferentes redes.
  • Generar trafico. Que será cuantificable en las estadísticas y que se puede traducir en interacciones, compras, compartir contenidos….
  • Aumentar las ventas: En relación con el apartado anterior. No se vende directamente en las redes, pero un trabajo efectivo puede ser muy eficiente en los números de la cuenta de resultados.

Los, en principio, no cuantificables:
  • Favorecer y propiciar la atención al cliente.
  • Generar engagement.
  • Aumentar la visibilidad.
  • Reforzar la reputación online.
  • Mejorar el posicionamiento SEO.

El público al que se dirige el producto


Este apartado es tan importante como necesario de afrontar. Conocer al destinatario del producto o servicio ayuda en la planificación de la estrategia porque es esencial para, por ejemplo, elegir en qué redes sociales se debe de estar. Identificar el target en términos de edad, género, localización, ingresos, aficiones… es fundamental para definir la estrategia social media.

Manos a la obra: El plan


Es el momento de diseñar el plan social media para tu negocio. Si se han tenido en cuenta todos los puntos anteriores ya se conoce bien el producto, se sabe a dónde se quiere llegar y  se sabe qué se quiere hacer, solo falta diseñar cómo se va a hacer.

  • Elegir los medios sociales en los que se quiere estar presente. No muchos y mal, sino los justos y los más apropiados para cada negocio.
  • Definir las acciones en cada medio social. Por ejemplo, qué se va a compartir en Twitter y con qué frecuencia se va a publicar.

Aportar, aportar, aportar


Siempre se debe de aportar. No solo se debe de pensar el tipo de lenguaje que se quiere usar en cada red social (hablamos de tú o de usted, usamos emoticonos o no…), sino que además se debe de establecer qué contenido se quiere aportar. La presencia en las redes no se puede apoyar en la venta del producto. Eso no generará engagement, sino todo lo contrario. Los usuarios se alejarán de ese contenido que consideran spam y que no les aporta nada. Aportar contenido de valor para los usuarios será la mejor herramienta para que sientan que forman parte de una comunidad que es útil.

Y dentro de esta estrategia de generar contenidos, un blog actualizado y con contenidos interesantes y frecuentes, es fundamental.


Medir los resultados


Todo el trabajo realizado no serviría para nada si no se miden los resultados. Establecer las métricas para valorar los resultados es básico, así como corregir las posibles desviaciones del plan.

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