Antes de adentrarnos en los pasos a seguir para diseñar una plan de marketing online, tenemos que ser capaces de entender de qué se trata y por qué es necesario realizar un plan estratégico.
Una estrategia de marketing online consiste en interaccionar con los usuarios a través del mundo online sin la necesidad estricta de contactar con el cliente. Gracias a la construcción de relaciones llevadas a cabo de forma eficiente, intercambiamos con estos usuarios ideas, productos y/o servicios que satisfagan sus necesidades y, además, que nos ayuden a cumplir nuestros objetivos empresariales.(Como fijar objetivos SMART)
Como definición puede dar la apariencia de ser una tarea fácil, pero no, no lo es, ya que si queremos hacer un buen plan estratégico tenemos analizar a nuestros competidores directos y a nuestro público objetivo y, por otro lado, definir nuestros objetivos, estrategias, recursos disponibles, plan de acciones y análisis de resultados.
Antes de empezar con las fases por las que debemos pasar para desarrollar nuestro plan estratégico, tenemos que ser conscientes de que conseguir los objetivos y la rentabilidad no es un aspecto que suceda con inmediatez, sino que obtendremos resultados a medio/largo plazo.
Es obvio que cualquier plan empieza con un análisis tanto a nivel interno como externo.
Para analizar a nuestra competencia necesitamos información relevante como, por ejemplo: ¿Quiénes son nuestros competidores principales? ¿qué estrategias de marketing emplean? ¿qué canales utilizan? ¿quiénes son sus clientes? ¿están presentes en redes sociales?
A nivel interno tenemos que tener claro nuestro público objetivo, los productos y/o servicios que vamos a ofrecer, los recursos que tenemos disponibles, el equipo humano con el que contamos. Además, necesitamos tener la información de nuestro público objetivo al detalle: edad, ubicación geográfica, hábitos de consumo, sus preferencias y necesidades…
Una vez tengamos el análisis pulido, haremos un análisis DAFO de nuestra empresa con el objetivo de obtener nuestras debilidades y fortalezas, así como las amenazas y oportunidades externas a nuestro negocio.
En función de este análisis podemos pasar a la siguiente fase: la definición de objetivos.
Una vez hecho el análisis de la situación de nuestra empresa, hemos de definir quién será nuestro público objetivo y qué palabras clave vamos a utilizar para posicionarnos.
Previamente tenemos que definir nuestros objetivos empresariales. Como norma general, todas las empresas definen sus objetivos en tres:
Como vamos a trabajar en Internet, tenemos que adaptar estos objetivos a nuestro público y tomar las palabras clave que nos llevarán a ellos.
Por un lado, definimos nuestra audiencia para saber a quién dirigimos nuestros productos o servicios y qué tipo de contenidos les vamos a ofrecer.
Por otro lado, necesitamos estudiar los contenidos que vamos a ofrecer a los clientes, para lo que tendremos que elaborar una estrategia de contenidos, pilar fundamental del Inbound Marketing.
(puedes leer aquí los 100 datos que necesitas saber sobre inbound marketing)
Una estrategia de marketing de contenidos, para que sea eficaz y esté correctamente optimizada tiene que tener un análisis previo de las palabras clave que vamos a utilizar.
Necesitamos posicionarnos en función de estas palabras clave para generar tráfico hacia nuestra página web y siempre controlando a nuestros principales competidores para ver si podemos competir con estos en el uso de las mismas palabras clave.
La tercera fase dentro de la creación de nuestro plan estratégico quizás sea la más importante y de ella dependerá en gran parte nuestro éxito: definir la estrategias.
Las estrategias de nuestro plan de marketing online deben basarse en:
Todas estas estrategias podríamos englobarlas dentro de la herramienta de marketing por excelencia hoy en día: el Inbound Marketing.
El Inbound Marketing es un proceso de marketing online cuyo objetivo prioritario es captar leads de calidad para nuestro negocio con el fin de convertirlos en clientes. (Cómo sacar partido al Inbound Marketing).
Estas estrategias, de forma conjunta, generan tráfico a nuestra página web (el diseño web y la programación son aspectos fundamentales dentro de nuestra estrategia global), por lo que una vez lleguen los usuarios a la misma, debemos ser capaces de ofrecerles exactamente lo que están esperando encontrar a través de nuestra estrategia de marketing de contenidos.
Una vez definidos los objetivos y las estrategias online, es hora de planificar el trabajo a través de un calendario a corto, medio y largo plazo con las acciones que vamos a emplear para desarrollar las estrategias en función de los objetivos fijados y de los recursos disponibles.
En este apartado nos toca también definir los KPI’s, así como los canales de promoción y comunicación: redes sociales, Google Adwords, herramientas de marketing de contenidos, diseño de landing pages, software de email marketing, las newsletters…
Tenemos que controlar que el ROI (retorno de la inversión) sea positivo. Para ello, muchas de las herramientas que emplearemos en los diferentes canales estratégicos disponen de apartados de analítica y monitorización, aportándonos los datos y resultados a nivel estadístico que necesitamos para el seguimiento y control de nuestro plan online.
Una de las ventajas del marketing online es que podemos medir absolutamente todo y prácticamente en tiempo real. La herramienta por excelencia para la analítica web es Google Analytics, que se puede integrar con un sinfín de herramientas digitales.