Tipos de extensiones de dominio que existen y cuál elegir

Es normal que, en un principio, no se entienda bien la diferencia entre dominio y extensión o las diferentes variedades que hay de este elemento. En este artículo, vamos a brindarte la información que necesitas para entender bien qué es una extensión, cuáles son los tipos que existen y cómo saber cuál es la ideal para tu proyecto.

Al momento de elegir el dominio, se le suele dar mayor importancia al nombre. Si no entiendes la diferencia, no te preocupes. Vamos a hacer un breve recorrido sobre todos los conceptos para que, al momento de tomar la decisión, sepas bien de qué se trata cada cosa.

Antes de empezar, una breve introducción sobre el dominio

Es imposible hablar de extensión sin mencionar primero al dominio. El dominio es la denominación que se utiliza para acceder a un sitio web. Podríamos decir que también es la dirección del mismo dado que es el que da forma a la url.

Si no existieran los dominios, para visitar una web, deberías colocar en el buscador los dígitos del número IP. ¿Cómo podrías recordarlos todos? El dominio acorta este paso y le da un nombre recordable, para que los usuarios no tengan problemas en su proceso de navegación.

La importancia de este elemento radica en que es la forma en que las personas van a hablar sobre un negocio digital o una web. Es decir que, en pocas palabras, se transforma (o se liga directamente) con la identidad de marca. Además, influye en el posicionamiento SEO. Es por esto que debes pensar muy bien cuál será el dominio del sitio.

Ahora sí, ¿qué es una extensión?

La extensión es una parte del dominio. El dominio está compuesto por un nombre y una extensión. El nombre es de libre elección, puede ser la combinación de letras o palabras que desees (aunque hay algunas recomendaciones que deberías tener en cuenta). Se encuentra en la parte central de una url, justo luego de “ www.".

La extensión es el final de la url. Se trata de combinaciones de letras que tienen un significado específico. Existe una lista limitada de extensiones que se pueden utilizar, por lo que la decisión se torna más complicada.

Tipos de extensiones de dominio

Existen diversos tipos de extensiones de dominio que, en parte, clasifican a los sitios web. Decimos que los clasifican “en parte” porque no todos utilizan las extensiones de un modo adecuado. En cuanto veas el detalle, entenderás de qué hablamos.

1. Dominios genéricos de nivel superior

También puedes haber leído en algún lado gTLD, esta sigla hace referencia a los dominios genéricos. Tal como lo dice su nombre, se trata de extensiones que intentan categorizar un sitio. 

Pero, como mencionamos arriba, esto no siempre sucede. La extensión “.com”, por ejemplo, debería ser utilizada por comercios. Sin embargo, al ser una de las más populares del mercado, suele ser adquirida por cualquier proyecto digital (siempre que esté disponible). Dentro de esta categoría, se puede encontrar el dominio org, edu, entre otros.

2. Dominios de nivel superior patrocinados

Conocidos también como sTLD, son extensiones que sólo utilizan algunas organizaciones específicas o empresas. La más conocida es la extensión “.gov”, que usa el gobierno en sus sitios oficiales.  Esta categoría tiene una limitación muy grande. Al tratarse de extensiones para determinados rubros, no son de libre uso para todos los usuarios.

Con el correr del tiempo, la ICANN (que es la organización que regula la seguridad de internet) comenzó a permitir que empresas grandes (como Toyota) puedan acceder a su propio sTLD.

3. Dominios de nivel superior patrocinados

Territoriales, geográficos o de código de país, no importa como los encuentres, todos hablan de lo mismo. Los ccTLD (sigla que hace alusión a este tipo de dominio) son extensiones que se utilizan en países específicos. Por lo general, utilizan letras que hacen referencia directa a la zona geográfica. Un ejemplo de esto es España, cuyo ccTLD es “.es” o Argentina, que tiene como extensión territorial “.ar”.

Este tipo de extensiones no necesita ser utilizada sola. Es decir, puedes usar una extensión genérica y una de código de país a la vez, formando, por ejemplo, “.com.es”.

Entonces, ¿cuál es la mejor extensión para mi proyecto?

Ahora que ya entiendes los conceptos y sabes cuáles son los tipos de extensión (o de dominio), es necesario avanzar sobre ¿cómo elegir la ideal?

La realidad es que no existe una fórmula única que defina un camino concreto hacia el dominio ideal. Cada proyecto es un mundo y posee sus limitaciones.

Lo que sí podemos decirte son algunas recomendaciones para que tomes en consideración:

• No te enfoques sólo en una. Puede suceder que pienses un dominio y, al momento de contratarlo, no esté disponible. Abre tu mente hacia distintas opciones, te sorprenderás con lo que puedes encontrar.
  
  
• Si tu proyecto está dirigido a alguna zona geográfica en particular, añade un ccTLD. Esto brinda más confianza a los usuarios.
  
  
• Si tu deseo es ampliarte a un mercado global, sólo utiliza un gTLD. Si está disponible, opta por uno popular dado que suelen funcionar mejor para el marketing.
  
  
• Existen restricciones. No todas las extensiones están disponibles para el público. Ten esto en cuenta.
  
  
• Utiliza las plataformas de búsqueda de dominio. Suelen dar buenas opciones cuando el nombre que estabas buscando no está disponible. Úsalas para poder potenciar tus ideas.